¿Cómo iniciar un negocio?

Iniciar un negocio no es fácil, es siempre una interrogante que nos ronda la cabeza cuestionandonos todos los pormenores que ello implica. Pero aceptémoslo, cuando lo hemos pensado por mucho tiempo es porque en el fondo queremos hacerlo, simplemente nos dan miedo las consecuencias de ello.

El primer paso para echar a andar un negocio es perder el miedo y esto se logra cuando comprendemos que toda nuestra vida son decisiones, y que no necesariamente son malas, sino en muchas ocasiones necesarias, pues a fin de cuentas buscamos salir adelante.

Ya que hemos decidido que lo echaremos a andar debemos pensar en varias cosas para facilitarnos todo:

¿Qué nos gustaría hacer? Esta pregunta es importante de responder pues para que las cosas funcionen, nos deben de gustar. Por lo que deberemos respondernos primero a nosotros mismos ¿cuál es la pasión que nos mueve a hacer algo? ¿Qué nos gustaría ofrecer al público y dedicarle todo ese tiempo valioso? Si no tenemos un negocio que nos guste, tarde o temprano terminaremos dejándolo.

¿Qué necesidad estamos cubriendo? Ahora que sabemos qué nos gusta, hay que pensar qué beneficios trae para los clientes que buscamos. El primero que debe de creer que lo que hace es importante es uno mismo. Convencidos de esto podemos argumentar por qué lo nuestro es bueno para el cliente y para la sociedad.

¿Cómo nos administraremos? En este momento estamos en la parte de estructura económica, pues si ya nos gustó algo y entendimos su importancia, ahora veremos cómo sacarle las ganancias económicas que por derecho nos merecemos al hacer ese trabajo que nos apasiona. Estudia modelos de negocio y encuentra el que más te convenga. El principal beneficiado de tu negocio debes ser tú, pues tú eres quien ha invertido dinero, tiempo y esfuerzo y quien quiere vivir de una marca o proyecto. Tú eres tu principal apoyo, así que debes tener claro cuánto y cómo estás ganando, por lo que debes comprender todo lo que necesitas para tu negocio, cuánto te cuesta y cuánto obtendrás de utilidad por ello. Es preciso saber también de gastos fijos, gastos de producción tiempo / dinero y siempre tener considerados los imprevistos.

¿Qué tipo de gente necesitamos? Aquí hablamos de cuántos colaboradores son necesarios para operar nuestro negocio. Así mismo debemos analizar cuánto podemos ofrecerle a cada uno de acuerdo a las ganancias que deje nuestro negocio y qué perfil deben cumplir para laborar con nosotros. De ahí debemos tomar en cuenta que ser jefe no es solo un título, sino estar al pendiente del buen desempeño de todas las tareas que se hacen en nuestro negocio, las metas que necesariamente deberemos cumplir y el modo y tiempo en que estas se alcanzan. Si detectamos algún problema en el ambiente laboral, o algún percance, deberemos corregirlo objetivamente sin caer en la desconfianza en nuestro proyecto ni en nosotros mismos.

Un último consejo:

Iniciar un negocio nunca es fácil, pero está demostrado que se puede vivir de ellos. Implican responsabilidad y dedicación, y por lo mismo uno de sus principales premios es valernos completamente de nosotros mismos y de nuestros medios, por eso debemos enfocarnos en sus beneficios y no en sus contras. Solo en caso de factores que dañen nuestra salud mental y física, y que estos resulten de verdad mayores a nuestros beneficios, deberemos replantearnos lo que estamos haciendo y analizar fríamente en dónde está la falla: si esta es reparable deberemos hacer los ajustes sin miramientos. Si no es conveniente continuar, deberemos buscar la mejor opción para nosotros sin sentirnos culpables ni cerrarnos las puertas para futuros y posibles negocios, pues por el contrario a una mala idea, debemos considerarlo como esfuerzo invertido en favor de nuestra capacidad de decisión. Cualquier negocio siempre nos deja un aprendizaje valioso pase lo que pase. Un emprendedor no pierde, simplemente conoce fórmulas y sus resultados.

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